Un trío que llena de luz la mesa a la vez que le da un toque juvenil, actual y original. Fíjate: la frescura de la vajilla, en blanco y rosa, contrasta con la fuerza clásica del dorado de la cubertería. Un mix que agradece que te olvides de manteles. De hecho, ¡mira cómo luce sobre una mesa de madera oscura!