Mañanas de domingo sin prisa, notando los suaves rayos de sol invernales en la cara… Es el mood que se respira en este dormitorio, un oasis con el verde como protagonista. La cama, de madera sin tratar, tiene los acompañantes perfectos: una mesita de metal y piezas de materiales orgánicos como el mimbre, el yute o el ratán, que le dan el contrapunto fresco a la cálida madera. ¿El peligro? ¡Volverse a dormir de tanto relax!