Nos gusta el nuevo étnico, más dulce y chic. Pero también nos sigue enamorando el étnico más clásico. El que combina muebles de madera o bambú con pufs y alfombras estampados con adamascados o patrones de estilo ikat. El que se viste con los colores más cálidos: rojos, marrones, anaranjados y negros. El que busca el máximo confort con sus mil cojines que invitan a recostarse en el sofá o incluso en el suelo. El que se rodea de farolillos que iluminan las largas noches de verano… Un estilo étnico capaz de transformar tu terraza y hacerte viajar hasta Marraquech sin moverte de casa.