Un salón ha de ser realmente acogedor y elegante. Un espacio donde tanto tú como los tuyos podáis relajaros y desconectar.
¿Cómo se consigue? Esta puede ser una buena solución: un sofá y sillones de líneas curvas y en color blanco. Para acompañarlos y sumar tranquilidad al espacio, lo mejor es elegir muebles en madera clara, como la mesa de centro o el aparador de madera de pino, que con sus puertas lisas permite guardar muchísimo y ocultar así lo que puede desordenar el salón. Solo te falta añadir a la decoración el toque original. ¿Qué tal acentos dorados para sumar glamur y un cuadro minimalista que le dé un punto artsy? Nos encantan y los jarrones con plumas, también. Naturalidad y estilazo a partes iguales.