Sencillez pero con brillo. Así podríamos definir el estilo de esta mesa en la que nada está de más. Una vajilla Wabi-Sabi es elegante a la vez que natural. Fresca para el verano. Y para acompañarla, servilletas de lino, también sencillas pero tan agradables al tacto, y una cubertería dorada para darle el acento sofisticado y actual. Solo nos permitimos dos detalles decorativos: un portavelas ligero y discreto, y un ramo de peonías que nos regalan belleza y delicadeza.. ¿Quién necesita más?