Tras un largo día de trabajo, el cuerpo nos pide mimos. ¿Por qué no dedicarle tiempo en un rincón de belleza como este? Una consola de madera de estilo Mid-Century se convierte aquí en un tocador ligero y decorativo gracias a los complementos: un espejo tocador, una lámpara para tener la luz adecuada y una bandeja para dejar tus tratamientos faciales. Y para sentarte, una cómoda y bonita silla de madera con tejido vienés. ¡Ideal!