Mármol, terciopelo y oro. Más glamur, imposible. El mármol ha salido del baño y la cocina, para entrar en el dormitorio y hacerlo en forma de ropa de cama. A su color plomizo veteado le quedan perfectos los toques en verde bosque. Un sencillo cojín y un puf de terciopelo serán suficientes. Y para seguir sumando elegancia chic, lámparas doradas sobre auxiliares en negro brillante y de líneas rectas. ¡Qué clase!